Expertos en seguridad de Colombia y Ecuador advierten sobre la “preocupante” penetración de estos grupos ligados a la ‘protomafia’ del Comando Vermelho. El ataque contra una Unidad de Inteligencia Militar ocurrido el 22 de enero de 2024 dejó un muerto y tres funcionarios heridos, siendo esta la primera baja de las Fuerzas Armadas desde que […]
Expertos en seguridad de Colombia y Ecuador advierten sobre la “preocupante” penetración de estos grupos ligados a la ‘protomafia’ del Comando Vermelho.
El ataque contra una Unidad de Inteligencia Militar ocurrido el 22 de enero de 2024 dejó un muerto y tres funcionarios heridos, siendo esta la primera baja de las Fuerzas Armadas desde que se dio inicio a la ofensiva del Plan Fénix y el conflicto armado interno contra el crimen organizado en Ecuador.
Según fuentes de las FF.AA. la unidad salía del sector Barranca Bermeja a Lago Agrio después de verificar una información, cuando fueron emboscados por 15 irregulares pertenecientes al Comando de Frontera una disidencia de las FARC vinculada al narcoguerrillero Raúl Reyes, quien fue abatido en Ecuador durante el régimen de Rafael Correa. El agente iba vestido de civil, tal como actúan los uniformados de estas unidades.
Tanto las FF.AA. como especialistas en seguridad indicaron a LA HORA que la frontera norte se encuentra bajo la amenaza de este grupo colombiano. que se dedica al narcotráfico en territorio colombiano y ecuatoriano.
Fuentes militares precisaron que el objetivo del Comando de Frontera es “la protección, el transporte de las sustancias sujetas a la fiscalización”, así como el tráfico de armamento, munición y la minería ilegal.
Destacaron que las FF.AA. incrementarán las operaciones de reconocimiento a lo largo de la frontera con el objetivo de proteger y vigilar, incluso ubicar puntos específicos para actuar contra estos grupos irregulares.
El coronel en servicio pasivo Mario Pazmiño y el coronel (retirado) del Ejército de Colombia, Jaime Ariza, señalaron que los orígenes del Comando de Frontera vienen de las disidencias de las FARC, manteniéndose como un grupo delincuencial que maneja el narcotráfico en la región del Putumayo, bajo y alto.
Ariza precisó que las operaciones desarrolladas por el Gobierno del expresidente Álvaro Uribe, que permitieron dar de baja al líder de las FARC, Raúl Reyes, en 2008 y que generaron el conflicto internacional con el expresidente Rafael Correa, tenían como objetivo a esta fuerza irregular que ya dominaba parte del territorio.
El especialista en temas de seguridad precisó que el Comando de la Frontera se ha alineado a la Segunda Marquetalia, que es liderada por el narcoguerrillero colombiano Iván Márquez desde Venezuela.
Por su parte, Mario Pazmiño indicó que las autoridades del país deben prestar mayor atención a los desplazamientos de estos grupos criminales, advirtiendo que “lo preocupante es que esta organización forma parte de una estructura de avanzada del grupo Comando Vermelho, que es una proto-mafia brasileña”.
Acotó que todos estos grupos están avanzando para controlar zonas en las fronteras de Colombia, Perú y Brasil, y ha penetrado hacia el Alto Putumayo y Ecuador, por Sucumbíos.
Pazmiño advirtió que los últimos incidentes en la zona muestran que “hay una falta de Inteligencia a nivel gubernamental sobre las acciones que están tomando estos comandos”.
Fuentes de las FF.AA. advirtieron que en las provincias de Sucumbíos y Orellana se registra la penetración, no solo del Comando de Frontera, sino también del crimen organizado, quienes luchan entre sí por el control de la zona.
Explican que, incluso, parte de la población y de “las autoridades” están involucrados con estos grupos delictivos, debido a las presiones y al temor.
“Estos grupos delincuenciales y terroristas se están disputando el control territorial”.
Una de las hipótesis que se manejan sobre el ataque a la Unidad de Inteligencia militar es que hayan sido delatados por la fuente o que hayan sido confundidos como elementos de alguno de los grupos delictivos que actúan en la zona.
La fuente de las FF.AA. indicó que Sucumbíos se ha convertido en la puerta para que los delincuentes puedan transportar los productos del narcotráfico, armamento y minería hacia Esmeraldas. “Es una conexión amplia en el país”, lamentó la fuente que pidió la reserva.
Explicó que el Comando de Frontera, tendría conexiones con los grupos delictivos ecuatorianos, como los Choneros y los Águilas, lo que obliga a las FF.AA. a enfrentarse con estos distintos grupos en la región. Es decir, con cuatro grupos narcodelincuenciales.
Detallan que “por presiones o por temor de los civiles que habitan la región, los grupos criminales han podido constituir redes de información que advierten sobre las actividades de los efectivos militares”.
Indicaron que, aunque las FF.AA. se encuentran plenamente preparadas para enfrentar a estos grupos, la penetración en la población dificulta las operaciones de vigilancia y erradicación.
Algo que ya se vivía hace más de una década en la línea de frontera, donde fue neutralizado el narcoguerrillero Raúl Reyes, pero que ahora ha llegado hasta 250 kilómetros dentro del territorio nacional. (ILS)
Los oficiales en servicio pasivo de las Fuerzas Armadas de Ecuador y Colombia, Mario Pazmiño y Jaime Ariza, hicieron recomendaciones al presidente Noboa para controlar a los grupos irregulares.
Pazmiño consideró que el Gobierno debe trabajar en dos objetivos fundamentales, en primer lugar, a través de la Fuerza de Tarea Conjunta de Esmeraldas, para “fortalecer la presencia militar en el cordón fronterizo para evitar las incursiones de estos grupos narcos guerrilleros que operan en la frontera binacional”.
Una segunda acción, sería incrementar la presencia del Estado en toda la frontera y región que está siendo presionada por los grupos irregulares. “Mayor acción social y de desarrollo que se necesita en la frontera para evitar que estas organizaciones tomen fuerza. Esas dos acciones son vitales”, sentenció Pazmiño.
Por su parte, Ariza propuso cerrar la frontera norte de Ecuador “con las unidades de registro, bloquear toda la ribera ecuatoriana del río Putumayo y el río San Miguel, poner la Infantería de Marina sobre las vías fluviales y hacer que los controles sean más fuertes”.
Puntualizó que los grupos delictivos se han convertido en dueños de tierras y negocios, por lo que debe iniciarse un proceso de intercambio de información “directa y bilateral” a través de la Combifron.
Apuntó que otro paso importante es desarrollar políticas para la extinción de dominio y disminuir de esta forma el “poder local que tienen estos grupos”.
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